domingo, 3 de diciembre de 2006

De la noche a la mañana.

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Desperté sobresaltada al lado de un hombre desconocido, sucio, horrible, gordo, sudoroso, repugnante. Me levanté asustada, llegué hasta la pieza contigua, un baño, y al mirarme al espejo, vi a una abandonada, ajada, arrugada mujer extraña. Tocaba mi rostro y en el espejo se reflejaban mis movimientos.
Esa era yo.
No sabía dónde estaba. En la pieza contigua había una chimenea con fotos en la repisa. En una salían cuatro pensativos niños cogidos de la mano y, en otra, jovencísima y triste, la mujer del espejo junto a los mismos niños y el hombre de la cama en cuclillas con aspecto siniestro y estúpida expresión.
No conseguía entender nada, ¿Qué hacía yo allí? ¿quienes eran ellos? ¿Quién era esa mujer en la que me había transformado?.
¡OH! ¿Es una pesadilla? ¿Esto es el futuro? ¿Me he reencarnado? ¿Y sí padecía amnesia? imposible, me acordaba perfectamente de la noche anterior, del beso de buenas noches de mi madre, de la cena... de mi felicidad libre bajo las sábanas...
¿Y mis sueños de salvar la naturaleza inventando una pompa que sustituyera a la capa de ozono? ¿Y mi compromiso radical por hacer posible un mundo mejor? ¿y mi lucha por la igualdad entre sexos, la negación de obligatoriedad familiar, el sometimiento al macho y la píldora anticonceptiva?? Todo eso había desaparecido de mi "yo"???!!!.

De ser lo que parecía, comprendí, tenía un presente y un porvenir terrible, arrastrando un pasado sin mí. Si por lo menos aquel hombre se pareciera un poquito a aquel muchacho de la facultad que me volvía loca!!!!