martes, 30 de mayo de 2006

Luz de Gas.

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Una mujer discreta, elegante, atractiva y exquisita, suele prodigar presunciones.Se la sabía esposa y madre. Se la sabía seria, inteligente, formal y buena persona.Paseando mi perro, solía ella detenerse en su honor. Y, como es sabido, paseando perro, se va tomando cierta y medida confianza en habituales encuentros, saludos, paradas y comentarios generales de escaso interés. Con aquella mujer no fue una excepción.Pero una tarde, como cualquier otra de paseo canino, en evidente acecho por su parte, ladeada, salió a mi encuentro desfigurada, titubeante, quebradiza y, descompuestamente, de sopetón,...
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sábado, 20 de mayo de 2006

Dudas no razonables.

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Perdieron el trato y la necesidad una de otra por la distancia, los amores y otras causas mayores, ajenas por completo a sus voluntades. Una madrugada, Lara descolgó el teléfono y escuchó el reclamo de su voz como si el tiempo se hubiera parado en aquella tarde en la que se abrazaron jurando no perderse y, sin dudarlo, tomó un avión hacia el feliz reencuentro.Pero lo que encontró la desconcertó y fue acrecentando su desconcierto el inédito concierto de la otra.La primera noche la despertó la luz que alumbraba de lleno su almohada, pudiendo seguir, a su pesar, con perfecta precisión, el recorrido...
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sábado, 13 de mayo de 2006

El sueño recurrente de Natalia.

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Natalia tiene un sueño recurrente. Al menos es el único que conserva en la memoria cuando despierta y la acompaña a lo largo de la jornada.En él, sin ella verse, siempre contempla, atentamente en espera, la empinada escalera de madera que conducía a la puerta del antiguo piso familiar y se alargaba hacia la azotea que coronaba el edificio. Se hace necesaria cierta paciencia, lo sabe desde la primera vez. El corazón secreto de su sueño, marca el transcurrir y el acontecer. Nunca defrauda, siempre redondea la intención. En el último, tras un tiempo imposible de calcular dada la naturaleza del ámbito...
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martes, 9 de mayo de 2006

Los colores de Nicolás.

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Cuando Nicolás quiso dar marcha atrás, ya fue tarde. Cuando quiso seguir adelante, nadie le acompañó.Entonces decidió dedicarse con mayor ahínco, primor y sistematización a lo que realmente le dejara fuera de elecciones por parte de terceros, a lo que verdaderamente necesitaba, sin contar con nadie. En el trato con lo exterior, Nicolás se defendía con una forma de racionalidad sin conciencia. Desde edad bien temprana se convirtió en un maestro en ello. Cada noche, después de acabar su turno en la pizzería y recojer su diaria correspondencia, después de atenta y sentidamente releerla, se ponía...
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